Ciertas patologías vasculares o sistémicas son las responsables de la cronificación de muchas lesiones de extremidad inferior, sea su aparición consecuencia de dichos procesos patológicos, como si son secundarias a traumatismos.

Estos tipos de lesiones tienen un gran impacto en la calidad de vida de las personas que las padecen, afectando tanto a su esfera física, emocional como social.

Las heridas de extremidad inferior son muy prevalentes y esto tiene un gran impacto económico por el gran número de recursos de todo tipo (materiales, humanos…) que requiere su abordaje.

La atención enfermera a personas con patologías y heridas de extremidad inferior es muy habitual al margen del nivel asistencial. El tiempo empleado en el diagnóstico y tratamiento de estas lesiones es muy elevado. En este sentido, es básico que los profesionales cuenten con conocimientos suficientes para llevar a cabo y sobre todo una buena prevención primaria así como un buen diagnóstico diferencial y un buen abordaje local.